martes, 24 de marzo de 2009

domingo, 15 de marzo de 2009

¿Locura?







- Te contaré una historia -dijo Zedka-. Un poderoso hechicero, queriendo destruir un reino, colocó una poción magica en un pozo del que todo todos sus habitantes bebían. Quien tomase aquella agua se volvería loco."A la mañana siguiente, toda la población bebió y todos enloquecieron, menos el rey, el cual tenía un pozo privado para él y su familia donde el brujo no había conseguido entrar. El monarca, preocupado, intentó controlar a la población ordenando una serie de medidas de seguridad y de salud pública, pero los policías e inspectores habían bebido del agua envenenada y encontraron absurdos los mandatos de rey y resolvieron no respetarlos de ninguna manera."Cuando los habitantes de aquel reino se entereraron de los decretos, se convencieron que el rey escribía cosas sin sentido. A gritos fueron hasta el castillo exigiendo que renunciase."Deseperado el rey se declaró dispuesto a dejar el trono, pero la reina de lo impidió, diciéndole:"Vayamos ahora hasta la fuente y bebamos también. Asi nos volveremos iguales a ellos.""Y así se hizo: el rey y la reina bebieron del agua de la locura y empezaron imediatamente a decir cosas sin sentido. Al momento sus súbditos se arrepintieron: ahora queel rey estaba mostrando tanta sabiduría ¿por qué no dejarle gobernar?"El país continuó en calma, aunque sus habitantes se comportaban de manera muy diferente a sus vecinos. Y el rey pudo gobernar hasta el final de sus días.

Verinika decide morir, Paulo Coelho.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Des-control


Soy una persona muy muy muy tranquila. Siempre conservo la calma, sé qué decir en todo momento y guardar las composturas. Creo que soy una de las personas más educadas que conozco. Pero ahora siento que mi cuerpo poco a poco se separa de mi mente. Que las palabras salen por mi boca sin que yo pueda evitarlo, haciendo daño, sincerándome del modo más brusco que existe. Que algo recorre mi cuerpo, quizás estrés, quizás furia, pero que se apodera de mí poco a poco.

¿Los textos pueden servir de terapia? Al menos escribiendo en el blog no clavo puñales con forma de palabras. Pero creo que ya he perdido el control total de mi cuerpo... que ya no puedo callarme ni controlar la risa irónica, ni las palabras cortantes, apenas puedo elegir eufemismos y me decanto por soltar lo primero que me viene a la cabeza. No eligo las palabras más artísticas para el texto, no soporto nada ni a nadie.

Y se está mucho más agusto cuando no te importa nada.