martes, 26 de enero de 2010

Cómo hacer las cosas.

Nadie sabemos muy bien cómo hacer las cosas. Nos afanamos en intentar que todo salga bien, que nadie sufra, que no suframos, que no quede basura, que sea limpio. Lo cierto, lo únicamente cierto, es que no hay una buena manera de hacer nada porque toda acción tiene un precio, ¿y realmente quién quieres que lo pague?

sábado, 23 de enero de 2010

Efecto Forer


¡Oh cielos! Un test de personalidad infalible:


Resultado "Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Disciplinado y controlado hacia afuera, tiendes a ser preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas."

Muchos quizás al leer esa conclusión dirán "ostras, que bueno es este test", pero en realidad lo que ocurre es un fenómeno llamado Efecto Forer o Efecto Barnum. Básicamente, cuanto más vago sea un discurso más probabilidades hay de que quien lo escuche se sienta identificado con él. Siguiendo el ejemplo, en personalidad, el efecto lleva a pensar que hay una alta precisión en las descripciones a nivel personal aunque que en realidad se trata de descripciones generales y lo suficientemente vagas como para ser aplicadas a un amplio espectro :D

Fráncamente genial, ¿no? Es una buena explicación al por qué tantas personas creen en pseudociencias, y es ampliable a más vertientes como política, sectas y otros conglomerados varios.

viernes, 22 de enero de 2010

Me cambio de especie



Hay tantísimas clases de emociones, de sentimientos, de... sensaciones. A veces es fácil clasificar las reacciones fisiológicas y conductuales que siguen a ciertos estímulos, como en el miedo o la sorpresa, pero otras veces es tan difuso que solo queda decir "algo así como tristeza". Las hay, las menos veces, que lo que sentimos es una clara emoción básica a la que le sigue una confusa emoción secundaria. Irreconocible, que no tiene léxico ni forma de describirse. Una emoción que cuando la experimentas te inunda, te llena, te corroe, te irrumpe en los pensamientos; pero que ningún tipo de texto habla de ella. Que ningún ser humano consigue categorizarla y explicarla, establecer mecanismos claros o desencadenantes emocionales, y, lo más importante: explicar el resto.

Hay tantísimas clases de emociones, de sentimientos, de... sensaciones. Hay una, quizás varias, que sólo son fugaces sucesiones de química fluyendo. Lo importante ahora es, ¿a alguien le importa esto? ¿a alguien le interesa lo que sienten los demás o todo interés por la emociones es mero narcisismo?

Etapas en las que creo en la humanidad se siguen de terribles épocas en las que empeora mi concepto de la misma... Y los sentimientos ahora se sucenden. No he escrito en el blog en tanto tiempo por verme inmersa en una laaaaaarga y placentera etapa de optimismo y felicidad. Sin prácticamante interrupciones negativistas, una suerte. Pero hay cosas que hacen cambiar la química, por mucho que queramos evitarlo hay Acontecimientos (con A mayúscula). Y mis periodos de lucidez son malos, muy malos, me inundan. Me inundan de cinismo.

De cualquier modo, la falta de empatía podría explicarse por ver mucho la tele, pues no me podréis negar que ver en el telediario miles de muertes mientras comes unas lentejas no fomenta mucho la ayuda.

Me desvio del tema. Escribir una entrada al blog en dos horas da para que lo que empezaba siento una emoción irreconocible avance al intentar ser expresada a los demás en frustración, y después en la lógica (?) ira. Apaciguada la ira... queda la intrusa. Todavía extraña.

¿Es posible sentir tanto en tan leve lapso?

*Disculpad faltas o erratas, no tengo ganas de repasar el texto y he optado por vomitarlo

miércoles, 13 de enero de 2010

Volver a ser feliz

Fuera hace frio, pero no el suficiente como para que me desagrade salir a ventana y tirarme un rato creando nubes de vaho. De pequeña me imaginaba que era un dragon al que se le habia apagado el fuego, que fumaba, que era un tetera, una fábrica... de todo menos que era una persona corriente en invierno.


Ahora echo de menos mi infancia, toda la inocencia y la magia. Al Ratoncito Pérez, dejar galletas a los Reyes Magos, jugar con la plastilina, pintar y el resto de cosas que me llenaban los espacios de las tardes. Cuando era pequeña muchas cosas eran fantasía, y según descubría una farsa el tiempo apenas me daba tregua hasta descubrir la siguiente. Dejé de pintar y de jugar a mundos imaginarios con muñecas de papel.


Sin emabargo, ya lo dijo Nietzche, el eterno retorno hace que lo que un día nos ocupaba las horas vuelva a hacerlo años despues. Ahora juego a los sims, pinto áreas del cerebro y creo en cuentos que otra gente califica como de hadas. Y me asomo a la ventana, saco la cabeza, dejo escapar por mi boca aire... y me imagino que soy un dragon que ha estado mucho tiempo dormido.




Fuera hace frio, y yo soy feliz.