sábado, 12 de febrero de 2011

Barcelona


Es como soñar. Pones un pie tras otro y te convences de que lo que haces es lo apropiado, lo maduro, lo que debes hacer. Sin embargo en tu interior algo grita fuerte que pares, que te sientes, que dejen de trabajar tus músculos porque perder el tren es lo mejor que podría pasarte.

Pero sigues andando. Te montas. Y a una velocidad de 124km vas viendo pasar el paisaje que tanto amas. Las verdes colinas, esos carteles en catalán que ya has conseguido entender y pronunciar, las casas, el aire, su pueblo. Y cuando pasas de largo su pueblo cierras los ojos fuerte porque ya no podrás seguir imaginando que cada coche que pasa por la autopista es el suyo. Que sigues a su lado.

Por ahora solo queda volver a dar cuerda al reloj: comienza la cuenta atrás para volver a vernos. Me siento tan lejos..

La velocidad aumenta a 282km.

No hay comentarios: