lunes, 13 de febrero de 2012

Mira

Observa. Mira. Atiende. Date cuenta de cómo crecen minuto a minuto las ilusiones en mí. De como he pasado cuatros años estudiando, cambiado totalmente el rumbo de mi vida y encontrado que sigo perdida. De cómo he creído encontrar el sentido de la vida varias veces, pensado que llegaría a ser alguien, que sería feliz, que podría ser una chica Disney, que podría ser normal. Observa cómo me levanto todos los días y empatizo con la gente, hablo de temas que les interesan, a veces me premio hablando de lo que realmente quiero durante más de cinco minutos, y vuelvo a casa con una sensación de plenitud que se desvanece cuando paso más de media hora sola. Mira como malgasto mi tiempo viendo series o navegando por Internet y de cómo luego me quejo de que no tengo tiempo ni conocimientos como para mantener conversaciones con gente inteligente. Observa cómo me infravaloro con cada paso que doy hacia mi propia destrucción sin ser tan siquiera yo consciente. Vomita mientras tejo un muro de algodón para mis miedos, mis inseguridades y ofrezco una visión de mi misma de prepotencia para ocultar lo sola que me siento. Que necesito a los demás. Que necesito un abrazo. Que lo que más deseo es un beso, tumbarme en un sofá y ser por unos segundos alguien corriente. Alguien normal. Y después joderlo todo.

No hay comentarios: