jueves, 2 de octubre de 2008

Hipotensión ortostática.

Se levantó rápido para sentir ese ligero mareo en la cabeza debido a su tensión excesivamente baja. Le encantaba marearse ya que así sentía que valoraba más los ratos de ausencia de sensaciones que le precedían, además tenía prisa y no podía llegar tarde: había quedado con su alma.

No tardó demasiado en llegar, ya se sabe que las almas son bastante encontradizas con el cuerpo que merodean, y ella llevaba viéndose con su alma algo más de 18 años. Cruzaron miradas de odio por verse corrompidas, una por odiar lo que la otra piensa y la otra por esperar que el cuerpo no viva en todo su esplendor.

Por desgracia ahora...

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