Me ha interesado el amor desde la primera vez que no pude corresponder a un "te quiero" y más aún desde que derramé mis primeras lágrimas por no ser en otra ocasión yo la correspondida. He leído libros, visto conferencias y almacenado conocimientos que creí que me salvarían. Y ahora no dejo de preguntármelo, ¿cómo he podido permitirmelo? ¿en qué momento creí que podría dejar de mantener un apego evitativo? Desactivar mis circuitos de oxitocina y pensar que podría vivir solo de sexo. Dime, ¿cuándo comencé a mentirme a mi misma?
Estaba rota hasta puntos insospechados, tan solo me sostenía en pie por unos finos parches que había tardado en construir meses (¡¡meses!!) y mi interior se sacudía
Borrar todo y no dejar pistas del dolor que siento.
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