miércoles, 13 de enero de 2010

Volver a ser feliz

Fuera hace frio, pero no el suficiente como para que me desagrade salir a ventana y tirarme un rato creando nubes de vaho. De pequeña me imaginaba que era un dragon al que se le habia apagado el fuego, que fumaba, que era un tetera, una fábrica... de todo menos que era una persona corriente en invierno.


Ahora echo de menos mi infancia, toda la inocencia y la magia. Al Ratoncito Pérez, dejar galletas a los Reyes Magos, jugar con la plastilina, pintar y el resto de cosas que me llenaban los espacios de las tardes. Cuando era pequeña muchas cosas eran fantasía, y según descubría una farsa el tiempo apenas me daba tregua hasta descubrir la siguiente. Dejé de pintar y de jugar a mundos imaginarios con muñecas de papel.


Sin emabargo, ya lo dijo Nietzche, el eterno retorno hace que lo que un día nos ocupaba las horas vuelva a hacerlo años despues. Ahora juego a los sims, pinto áreas del cerebro y creo en cuentos que otra gente califica como de hadas. Y me asomo a la ventana, saco la cabeza, dejo escapar por mi boca aire... y me imagino que soy un dragon que ha estado mucho tiempo dormido.




Fuera hace frio, y yo soy feliz.

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